IMPACTANTE NOTICIA: Lo peor que le ha pasado a Jaden Smith a los 26 años. Es triste anunciar que… Leer más

Los fans y los medios de comunicación fueron muy críticos; compartieron y publicaron comentarios sobre Jaden que yo decidí no repetir. Jaden había seguido diligentemente todas mis instrucciones y, a pesar de sus esfuerzos, se enfrentó a una ola abrumadora de escrutinio público. Fue una experiencia difícil para él y, como padre, fue doloroso verlo pasar por un juicio público tan intenso. Lo había alentado a tomar riesgos, a exponerse, y lo había hecho exactamente, solo para enfrentarse a un nivel de reacción que ninguno de los dos había previsto. Fue una experiencia de aprendizaje para ambos, una que me hizo repensar la naturaleza de la fama y cómo afecta a los artistas jóvenes.

Mientras reflexionaba sobre las lecciones aprendidas en la trayectoria de Jaden, también compartió las enseñanzas que obtuvo de sus experiencias con su hija, Willow, que ahora tiene 21 años. Criar hijos en el ojo público implicó desafíos únicos, y cada uno de ellos lo manejó a su manera. Mientras Jaden enfrentó críticas por sus decisiones creativas, Willow tuvo sus propias luchas mientras se adentraba en la industria musical a una edad temprana.

Tras el éxito de su canción “Whip My Hair” en 2010, Willow se embarcó en una gira de un mes como telonera de Justin Bieber. Era una oportunidad emocionante con la que muchos artistas jóvenes habrían soñado, pero Willow no tardó mucho en darse cuenta de que la vida en la carretera no era lo que esperaba. El riguroso horario, los viajes constantes y la presión por actuar le pasaron factura. Pronto expresó su deseo de concluir la gira después de completar el segmento europeo.

Smith le recordó sus actuaciones previstas en Australia y le explicó que se esperaba que siguiera adelante. Él había creído que ella seguiría adelante, tal como él lo había hecho muchas veces en su propia carrera, pero Willow tenía otros planes. Quería tomar el control de su propia vida, incluso si eso significaba tomar una decisión drástica para demostrar su punto de vista.

“Una mañana, Willow entró feliz a la cocina para desayunar. ‘Buenos días, papá’, dijo alegremente mientras se dirigía al refrigerador”, recuerda Smith en su nuevo libro.

“Me quedé completamente atónita: mi enérgica, segura y aspirante a superestrella mundial había tomado una decisión audaz e inesperada. De la noche a la mañana, Willow se había rapado toda la cabeza. Era su forma de decirme que ya no quería más, que hablaba en serio sobre retirarse de la gira. Ya no quería estar atada a expectativas que no coincidieran con sus propios deseos”.

Para Smith, este momento fue un punto de inflexión. Le hizo darse cuenta de que su papel como padre no consistía solo en guiar a sus hijos hacia el éxito, sino también en escucharlos, respetar sus límites y comprender que sus sueños no siempre coincidían con su propia visión para ellos. La decisión de Willow de raparse la cabeza no fue un acto de desafío, sino más bien una afirmación de independencia, una declaración de que ella tenía el control de su propio camino.

Al mirar atrás, Smith reconoce que esta experiencia lo ayudó a crecer no solo como padre, sino también como persona. Aprendió que el éxito no consiste solo en seguir adelante a toda costa, sino también en reconocer cuándo dar un paso atrás y priorizar el bienestar. Tanto Jaden como Willow le enseñaron lecciones valiosas sobre resiliencia, autoexpresión y la importancia de mantenerse fiel a uno mismo, incluso frente a una inmensa presión pública.

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